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Una mujer ejemplo de que estudiar siempre es posible. Jesica Anfuso es abogada, inició en 2016 y en 2020 se recibió en la Sede de Morón, Buenos Aires. Durante toda la carrera vivió con su mamá y su hijo adolescente a quien al mismo tiempo en el que trabajaba y estudiaba debía atender y acompañar.

“Decidí comenzar la universidad porque lo tenía como una asignatura pendiente”, comentó Jésica en la entrevista. Al investigar universidades, encontró UCASAL, que tenía todo lo que requería: la modalidad virtual y la carrera que siempre soñó. Estudiar presencial le iba a ser imposible porque trabajaba en horarios rotativos en un bingo, entonces cursar de forma online era un punto que no era negociable .

“Empecé a estudiar para ser el ejemplo de mi hijo”, comentó Jésica emocionada, mencionando también que para poder terminar la carrera a veces se iba a trabajar sin dormir, “pero me animaba el hecho de que estaba por cumplir un sueño pendiente”, agregó. “Tuve la suerte de tener buenos compañeros y una excelente persona como veedor”, dijo recordando sus años en la sede de Morón.

Estudiar para uno mismo es un regalo y cuando se lo hace por los hijos es doble. Los objetivos se ponen para ser alcanzados y nunca es tarde para cumplirlos.